Le dijeron a Jesucristo, quien mandó quitar la piedra del sepulcro de  su amigo Lázaro:

«Señor ya huele mal: tiene cuatro días de muerto»…¡¡¡y aún así él lo resucitó!!!

-¿Qué tan mal puede «oler» tu matrimonio mientras amenaza con destruirse?
– ¿Qué tan mal puede «oler» la vida de tu hijo sujeto a toda clase de excesos?
– ¿Qué tan mal puede «oler» ese diagnóstico médico desfavorable que te han dado?
– ¿Qué tan mal olor tiene tu economía familiar en picada?
– ¿Qué tan mal pueden «oler» esas relaciones interpersonales destruídas?
– Qué tan «mal olor» puede tener tu corazón decepcionado y roto?
– ¿Qué tan mal como para que Dios no lo pueda solucionar, sanar, levantar, ¡RESUCITAR!?

Como el ángel le dijo a María: «¡PORQUE NADA ES IMPOSIBLE PARA DIOS!».
Solo obedece.
¡Quita la piedra!
¡Cree en su palabra!
¡Entonces  podrás VER su gloria mientras la vida buena, (la del cielo mismo) llegue a tus «asuntos que ya huelen a perdidos»!