Me desperté estos días con la «dulce melodía» de la risa franca y noble de mis dos nietecitos, pensando en que Dios es infinitamente creativo en todos sus caminos.
Esas carcajadas me recordaron que Dios enviaba un dulce mensaje de consuelo a mi alma después de abundantes momentos de lágrimas, propios de vivir por aquí.
Él me ha consolado a través de esas risas, así como por medio de mis amados hijos y muchos y maravillosos amigos, cuya presencia y servicio son evidencia de la presencia misma del cielo en la tierra; que Dios SIEMPRE SE QUEDA y eso JAMÁS CAMBIARÁ.
Sin embargo, si en algún momento llego a creer que el consuelo es un «regalo personal y privado», olvido que Dios es Dios de propósitos superiores a los míos, así como eterno, perfecto y sublime.
La abundancia de risas, carcajadas y momentos de euforia, así como de lagrimas y tristezas oscuras, SIEMPRE SERÁN «MATERIA PRIMA» DE DIOS, para cumplir su propósito en nosotros: ¡SER Y MOSTRARSE A OTROS, A TRAVÉS DE NOSOTROS Y CADA UNA DE NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS!
¿Has gozado y reído en estos días? ¡Comparte con muchos otros tu gozo siendo extravagantemente generoso!
Abre tus manos, llénalas de dones y reparte a quienes sufren de toda clase de carencias.: ¡PARA ESO DIOS TE PROSPERA!
¿Has derramado más lagrimas de las que creías poseer?
¡Es hora de llorar con los que lloran y darles el regalo de la empatía, presencia, abrazo y comprensión divina! ¡Para eso es tu dolor superado, tu frustración asumida y tu tristeza consolada!
¡Porque NADA ES NUESTRO!
Todo en nosotros tiene propósitos de eternidad, de beneficio a los demás: ¡TO-DO!
Lic. Eunice Aguilar N.