«A ti levanto mis manos en oración;
tengo sed de ti como la tierra reseca tiene sed de lluvia».
Libro de las canciones hebreas (Salmos) # 143, verso # 6 N.T.V. del texto bíblico.
Señor, a nada ni a nadie NECESITA MÁS MI ALMA QUE A TI.
Porque cuando estás tú, mi alma está saciada, plena, en paz, agradecida, esperanzada y entusiasmada por la vida aquí y en la eternidad.
¡Qué dulce es tenerte!
¡Qué bello es saberte, justo aquí, por mi y a mi favor…por siempre jamás!
¿Cómo podría no ansiarte como la tierra reseca ansía la lluvia?
¡LLUEVE SOBRE MI, SEÑOR; LLUEVE SOBRE NUESTROS HOGARES, NUESTROS HIJOS, NUESTROS VALORES; NUESTROS PUEBLOS, NUESTRAS CIUDADES Y NUESTRAS NACIONES!!
¡»Empápanos» de tu gracia y amor sacrificial por los menos afortunados y solitarios!
¡Te anhelamos MÁS QUE HA NADA EN ESTA VIDA!
Lic. Eunice Aguilar N.